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Precisión de los datos


La información de vigilancia de la gripe permite saber dónde, cuándo y qué virus de la gripe están circulando. Estos datos pueden ser utilizados para determinar si la actividad de la gripe está aumentando o disminuyendo, pero no para determinar cuántas personas están enfermando de la gripe. Por ejemplo, a partir de finales de junio de 2009 se publicó que en Estados Unidos había casi 28000 casos confirmados en laboratorio de gripe A/H1N1, incluidas 3065 hospitalizaciones y 127 muertes, pero los modelos matemáticos mostraron una estimación de 1 millón de estadounidenses contagiados por la pandemia de gripe de 2009.

La estimación de las muertes a causa de la gripe también es un proceso complicado. La gripe de 2005 sólo apareció en los certificados de defunción de 1812 personas (en Estados Unidos). Sin embargo, la estimación es de 36000 muertes al año a causa de la gripe (sólo en Estados Unidos). Esto sucede porque no suele incluirse la gripe como causa de la muerte en los certificados de defunción de las personas que mueren por complicaciones relacionadas con la gripe. Y aunque se incluyera en los certificados de defunción, todavía sería una cifra inferior al verdadero impacto que tiene la gripe.

El brote inicial de gripe A/H1N1 recibió una gran atención de los medios durante una semana. Los epidemiólogos advirtieron que el número de casos notificados en los primeros días de un brote pueden ser muy inexactos y engañosos, debido a varias causas, entre ellos el sesgo de selección, el sesgo de los medios de comunicación, y la presentación incorrecta de informes por los gobiernos. Además, los países pobres con sistemas de atención sanitaria deficientes necesitan más tiempo para identificar los casos.

A finales de abril, los expertos predijeron que habría de 2000 a 2500 casos en Estados Unidos a finales de mayo. Sin embargo, el 15 de mayo de 2009, los Centros para el Control y Prevención de Enfermedades (CDC) estimaban que había más de 100000 casos en Estados Unidos, aunque sólo 7415 confirmados.

Los CDC señalaron que el recuento de casos se había convertido en irrelevante, y cambió a su tradicional sistema de vigilancia para el seguimiento de síntomas similares a la gripe, buscando patrones y cambios en la actividad de la gripe a nivel nacional.

Según los CDC, los métodos de vigilancia, junto con el aislamiento y el tratamiento rápido, sólo tienen sentido en las primeras etapas de un brote, y se convierten en irrelevantes una vez que el virus se está extendiendo ampliamente por la comunidad.

En algunos casos, los gobiernos de otros países han acusado a otros de ocultar datos de forma intencionada. El gobierno ruso, por ejemplo, indicó que la República Dominicana informaba de menos casos de gripe A/H1N1 para no dañar el turismo, por lo que el 30 de mayo aconsejó a sus ciudadanos no viajar allí.

A principios de mayo, el gobierno cubano acusó a México de ocultar el alcance de la epidemia hasta después de la visita del presidente Barack Obama en abril, y un estudio publicado en la revista Science del 11 de mayo estimaba que México tenía 23000 casos de gripe A/H1N1 el 23 de abril, el mismo día en que anunció la epidemia.

En los Estados Unidos, la precisión de los datos también se convirtió en un problema, ya que algunos distritos escolares se negaron a dar los nombres de los estudiantes afectados, y las escuelas declararon las infecciones como confidenciales, afirmando que no sería justo destacar a una escuela. De acuerdo con las directrices de los CDC, los médicos solo tenían que enviar muestras para las pruebas si el paciente era un niño menor de 5 años de edad, una mujer embarazada, una persona con un trastorno médico subyacente o con enfermedades respiratorias que requirieran atención urgente.

A principios de junio de 2009, la OMS y la FDA de Estados Unidos reconocieron que la nueva prueba "rápida" (rRT-PCR) de laboratorio utilizada para identificar el virus H1N1 solo tenía una exactitud de aproximadamente el 90 por ciento, y sugirieron que si se usaba este método de ensayo se considerara solo como "presunto positivo" en lugar de "positivo definitivo". Esta prueba rápida se utilizó en Australia, y los informes indican que algunos australianos podían haber sido falsamente diagnosticados con gripe A/H1N1 mientras que otros con la enfermedad podían haber sido enviados a casa con un resultado negativo.