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Medidas de contención


El 28 de abril de 2009, el doctor Keiji Fukuda de la OMS dijo que era demasiado tarde para contener la gripe H1N1. "La contención no es una operación factible. Los países deben centrarse ahora en la mitigación de los efectos del virus", dijo. Por lo tanto, no recomendó el cierre de fronteras o la restricción de viajes, indicando que "con el virus extendido, el cierre de fronteras o la restricción de viajes tendría muy poco efecto para detener su circulación". Sin embargo, el 28 de abril, el CDC de Estados Unidos comenzó a recomendar que la gente evitara los viajes "no esenciales" a México.

Muchos otros países confirmaron que controlarían la entrada de pasajeros internacionales. La típica revisión de salud en los aeropuertos implica preguntar a los pasajeros por los países que han visitado y comprobar si parecen enfermos o se sienten especialmente mal. En varios aeropuertos se usaron pantallas termográficas para comprobar si el pasajero tiene fiebre. Varios países también aconsejaron no viajar a las regiones más afectadas. En simulaciones, los expertos sugirieron que la enfermedad se reduciría en dos tercios si las personas infectadas se quedaban en casa o buscaban atención médica, evitando lugares públicos cerrados, y difundiendo ampliamente medicamentos contra la gripe.

Cuarentenas


Algunos países empezaron poniendo en cuarentena a los visitantes extranjeros sospechosos de tener gripe H1N1 o de haber estado en contacto con otras personas contagiadas.

A finales de mayo de 2009, el gobierno chino puso en cuarentena a varios grupos de personas sospechosos de tener gripe H1N1. Como resultado de ello, el 22 de junio, el Departamento de Estado de Estados Unidos emitió una alerta de viaje sobre las medidas de China para la lucha contra la gripe, advirtiendo a los viajeros de que la República Popular de China estaba "imponiendo siete días de cuarentena a los pasajeros que llegaran con fiebre o síntomas gripales". Los pasajeros que estuvieran cerca de personas con fiebre o con síntomas de gripe también podían ser aislados. En algunos casos, los padres fueron separados de los hijos si uno de ellos daba positivo. "Esta situación presenta la posibilidad de que el personal médico chino administre medicamentos a menores de edad sin antes haber consultado a sus padres", indicaba la alerta de viajes.

El Departamento de Estado también dijo que había "recibido informes acerca de las condiciones inadecuadas de la cuarentena, incluida la falta de disponibilidad de agua potable y una alimentación adecuada, las condiciones insalubres, y la imposibilidad de comunicarse con otras personas. Todos los viajeros a China, incluidos los ciudadanos de Estados, estaban obligados a seguir las medidas de salud pública, y no había compensación por la pérdida de los gastos de viaje. Los viajeros a China debían considerar la compra de un seguro de viaje para protegerse contra las pérdidas en caso de que les pusieran en cuarentena, según el Departamento de Estado.

Otros gobiernos adoptaron también medidas de cuarentena similares a las de China. En Hong Kong, un hotel completo fue puesto en cuarentena después de que una persona alojada en él contrajera la gripe H1N1. El gobierno de Australia ordenó a un crucero con 2000 pasajeros que permaneciera en el mar debido a la amenaza de gripe H1N1.

A finales de abril de 2009, cuando comenzó el brote, Rusia y Taiwán dijeron que pondrían en cuarentena a los visitantes con síntomas del virus. A principios de mayo, Japón puso en cuarentena a 47 pasajeros de líneas aéreas en un hotel durante una semana, después de que tres viajeros que llegaron en el mismo avión de Canadá dieran positivo en la prueba de la gripe H1N1. Mongolia puso en cuarentena a 109 pasajeros de una compañía aérea rusa en Ulaanbaatar.

En la India, después de que cuatro pasajeros procedentes de Londres dieran positivo por gripe H1N1, el gobierno ordenó que todos los 231 pasajeros del vuelo recibieran una dosis del antiviral oseltamivir.

Otros gobiernos dieron a sus funcionarios de salud "mayor poder" para obligar a las personas a seguir la cuarentena, con el fin de controlar la propagación de la gripe H1N1. El gobierno de Nueva Zelanda, por ejemplo, dio a los oficiales médicos la facultad de obligar a las personas a seguir una cuarentena en su casa si habían estado en contacto con alguien que tuviera gripe H1N1.

El Ministro de Salud de India dijo el 16 de junio que debería haber "algún tipo de selección" antes de la salida de viajeros de Estados Unidos, alegando que la mayoría de las personas procedentes de ese país estaban dando positivo por gripe H1N1.

Cierre de escuelas


Los primeros días del brote de gripe H1N1 dieron lugar a numerosos cierres de escuelas en varios países. Sin embargo, los indicios de que el virus estaba siendo más suave de lo inicialmente temido hicieron que se reabrieran las escuelas. Algunos funcionarios de salud dijeron que si más del 15% de los alumnos tenía síntomas de gripe la escuela debería cerrarse. En Australia, el cierre de escuelas se palió con trabajo escolar a través de Internet y correo electrónico.

Los CDC recomiendan a las personas enfermas que se queden en casa y no acudan al trabajo, la escuela o reuniones sociales, y que limiten el contacto con otros para evitar infectarles.