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Características del virus


El virus que provoca la gripe A/H1N1 de 2009 es una cepa del virus H1N1. Las vacunas actuales contra la gripe estacional ofrecen protección. Un estudio realizado en Estados Unidos por los Centros para el Control y Prevención de Enfermedades (CDC), publicado en mayo de 2009, encontró que los niños no tenían inmunidad preexistente a la nueva cepa, pero los adultos, en particular los de más de 60 años, sí tenían cierto grado de inmunidad. Los niños no mostraban ninguna reacción cruzada de anticuerpos a la nueva cepa, los adultos de 18 a 64 tenían un 6-9% de reacción, y los adultos mayores un 33%.

También se determinó que la cepa contenía genes de cuatro virus de la gripe diferentes: gripe porcina de América del Norte, gripe aviar de América del Norte, gripe humana, y dos virus de la gripe porcina que normalmente se encuentran en Asia y Europa.

Un análisis más detallado reveló que varias de las proteínas del virus son similares a las cepas que causan síntomas leves en los seres humanos, lo que llevó a la viróloga Wendy Barclay a sugerir, el 1 de mayo de 2009, que era poco probable que el virus causara síntomas graves en la mayoría de la gente (acertando plenamente). Científicos de Winnipeg (Canadá) lograron la primera secuenciación genética completa del virus el 6 de mayo de 2009.

Origen del virus


El 23 de junio, el New York Times informó de que las autoridades agrícolas de Estados Unidos eran contrarias a la hipótesis popular de que la nueva pandemia de gripe porcina surgiera en granjas de México, y que consideraban más probable que su origen estuviera en cerdos de Asia y luego viajara a América del Norte en un ser humano. Hicieron hincapié en que no había manera de probar su teoría, pero declararon que no hay pruebas de que este nuevo virus, que combina genes de Eurasia y de América del Norte, se hubiera distribuido en cerdos de Norteamérica, mientras que sí hay pruebas de que un "virus hermano" estrechamente relacionado se ha distribuido en Asia.

A principios de junio de 2009, utilizando métodos de cálculo desarrollados en los últimos diez años en Oxford, el Dr. Oliver Pybus, y su equipo del Departamento de Zoología de la Universidad de Oxford, trataron de reconstruir los orígenes y el calendario de la pandemia de gripe de 2009. Los resultados de Pybus mostraban que esta cepa había circulado entre los cerdos, posiblemente entre varios continentes, desde hace muchos años antes de su transmisión a los seres humanos. El equipo de investigación que trabajó en este informe también explicó que la nueva cepa era un derivado de varios virus que circulan en la especie porcina, y que la primera transmisión a los seres humanos ocurrió varios meses antes del reconocimiento del brote en México. El equipo llegó a la conclusión de que, a pesar de una amplia vigilancia de la gripe en los seres humanos, la falta de vigilancia sistemática en los cerdos permitió que la nueva cepa pasara desapercibida. Según los investigadores, el desplazamiento de cerdos vivos entre Eurasia y América del Norte parece haber facilitado la mezcla de diversos virus de la gripe. Esta nueva pandemia proporciona una prueba más del importante papel que tienen los cerdos en el ecosistema de la gripe A.

Tasa de infección


El 6 de julio, la OMS confirmó oficialmente 94512 casos de gripe A/H1N1, incluyendo 429 muertes. El 25 de junio, los CDC estimaban que 1 millón de estadounidenses habían contraído la gripe H1N1, señalando que, por lo general, produce una enfermedad leve con una recuperación bastante rápida. En comparación, se calcula que de 15 a 60 millones de estadounidenses contraen la gripe estacional cada año, con aproximadamente 36000 muertes debidas a complicaciones.

Virulencia de la gripe H1N1


Inicialmente, la mayoría de las muertes se produjeron en México (un 72%, a partir del 5 de junio de 2009), principalmente en jóvenes y adultos sanos. La OMS estimó en un 0.4% la tasa de letalidad en México antes de mediados de abril. Esta cifra sería comparable a la de la gripe asiática de 1957, una pandemia de categoría 2 que mató entre 1 y 4 millones de personas.

El 27 de mayo de 2009, los CDC informaron de 6764 casos en 47 estados de los Estados Unidos, con catorce muertes, pero señalaron que, en su mayor parte, las infecciones seguían siendo leves, similares a la gripe estacional y con una recuperación muy rápida. Además, no se han encontrado ninguno de los marcadores que los científicos asocian con la virulencia del virus de la "gripe española" de 1918.

En el estado de Nueva York, a partir del 7 de junio, ocho personas murieron por el brote, lo que provocó pánico en las escuelas, miedo en los hospitales y malestar en el metro. A partir del 19 de junio de 2009, la mayoría de las muertes ocurrieron en los Estados Unidos, con un total de 115.

Potencial de mutación del virus


El 22 de mayo de 2009, la jefa de la OMS, Margaret Chan, dijo que el virus debía vigilarse de cerca en el hemisferio sur, ya que podría mezclarse con la gripe estacional normal y cambiar de manera imprevisible. "En los casos en que el virus H1N1 está generalizado y circula en la comunidad, los países deben esperar más casos de infecciones graves y mortales", dijo.

En un artículo de julio publicado en la revista científica New England Journal of Medicine, los expertos señalaron que, históricamente, los virus pandémicos han evolucionado al cambiar las estaciones, y la actual cepa podría llegar a provocar síntomas más graves o ser más transmisible. Por lo tanto, la cooperación internacional es crucial para vigilar los cambios en el comportamiento del virus.

Otros expertos también estaban preocupados de que la nueva cepa del virus pudiera mutar. Guan Yi, uno de los principales virólogos de la Universidad de Hong Kong, describió la nueva cepa de virus H1N1 como "muy inestable", lo que significa que puede mezclarse e intercambiar material genético cuando es expuesta a otros virus. Durante una entrevista, Yi dijo: "Tanto los virus H1N1 como los H5N1 [gripe aviar] son inestables, por lo que la probabilidad de que haya un intercambio de material genético entre ambos son más altos, mientras que un virus estable (como el de la gripe estacional) es menos probable que adquiera nuevo material genético."

El virus H5N1 se limita principalmente a las aves, pero, en casos raros, cuando infecta a los seres humanos, tiene una tasa de mortalidad de entre el 60% y el 70%. Los expertos están preocupados por la posible aparición de un híbrido del virus de la gripe aviar de Asia (cepa A/H5N1) con otras cepas de gripe porcina (cepa A/H1N1) transmisibles entre humanos como la que dio lugar a la pandemia de 2009, especialmente porque la cepa H5N1 es endémica desde hace años en las aves de países como China, Indonesia, Vietnam y Egipto.

Ann Schuchat, del CDC, señaló que la terrible epidemia de gripe de 1918, en la que murieron cientos de miles de personas en Estados Unidos, fue precedida por una oleada leve de casos en primavera, seguida de devastadores brotes de la enfermedad en otoño. "Esa experiencia de 1918 está en nuestras mentes", dijo.

Sin embargo, a principios de junio de 2009, Schuchat informó de "noticias alentadoras" con respecto a que no se habían detectado mutaciones hasta la fecha, con el anuncio de que las muestras del virus de puntos de todo el mundo eran "genéticamente idénticas" a las que se encuentran en Estados Unidos.

Aunque los casos hasta ahora han sido relativamente leves y los pacientes se recuperan rápidamente, las autoridades sanitarias han advertido de que el virus podría mutar a una forma más virulenta, poniendo a un mayor número de personas en situación de riesgo.